Ay amiga... es como dice Agustín: "(...) el amor era un simple acto de sentir y nada más. Algo tan, pero tan simple, que existió la necesidad de complicarlo".
Siempre creíste que el amor tiene que ser fácil... pero en el "tener" ya dotás de obligación algo que "es", y ya.
Sé que querés verlo y sentirlo fácil, pero tampoco lo estás haciendo. Los últimos días estuviste vagando entre el deseo y la aseveración de lo que debería de ser pero no estuvo siendo.
A vos no te está siendo fácil lidiar con este personaje: demasiada vuelta y enrosque. demasiada bronca, demasiada tristeza, mucho desencuentro. Y mucho amor.
Porque amiga, todo se reduce a eso: hay mucho amor y por más que duela y por más que canse, que agote, que debilite, que nos mate de a poco, hay que luchar hasta el final, aunque más no sea para saber que la guerra está perdida y que solo nos queda arrastrarnos a un rincón oscuro para lamernos las heridas hasta salir, airosas, a la luz.
Así que andá. Hablá con este reverendo hijo de puta. Por última vez escuchá al retardado emocional, al pobre bruto que no sabe qué hacer con tanta magia. Y después de hablar, de escuchar por última vez, tomá una decisión definitiva, sin volver atrás. Sin permitir que tanto amor, se convierta en una mierda.
Te amo.
Yo.
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